Un Castillo en el Secarral!

Un día cualquiera, en un año cualquiera en la edad moderna, mas o menos entre 2019 y 2021…

Un día más de calor en el medio de una vasta y árida planície azotada por vientos de sureste, levantando la polvareda que cubre la caliza de los caminos. En el horizonte, a un lado el sistema Ibérico, y al otro el Pirineo.

Las seis y media de la tarde, sol de justicia, 38°C y al menda que os escribe le dá por salir al monte con Artax.

Como en cualquier desierto, el oasis es siempre el sitio mas deseado y en muchos momentos el deseo por encontrarlo es tan grande que acontecen las ilusiones ópticas, mas conocidas por mirajes!

No hubo suerte, no encontramos el Oasis, ni el harén ni siquiera los beduinos que suelen saber indicar en que dirección se encuentra ese paraíso en tierras tan áridas. ¡Tan solo encontramos una balsa de agua, rodeada de polvo que llevaba grabados miles de pezuñas ovinas!

Artax subió al monte para intentar vislumbrar el tan ansiado oasis!

A nuestras espaldas, pudemos encontrar el lecho de un rio hace mucho seco, pero que indicaba claramente el camino a seguir si no quisiéramos morir deshidratados.

Al final del lecho seco, el camino nos llevo de nuevo a la planicie árida que bordeaba por todos los lados una enorme plataforma logística, donde al fondo se erguían en el cielo un gran aglomerado de edificios!

Desde luego que Zaragoza no era el atractivo de hoy, mucho menos había la intención de meternos en el bullicio da la ciudad.

Pero el Castillo de Valdespartera, o mejor , lo que queda de la Ermita de Santa Barbara, tiene un entramado de sendas , repletos de obstáculos de dificultad variable que no dejan de ser mucho mas atrayentes que comer polvo por los caminos desérticos del valle del Ebro!

De aquí en adelante nos centrariamos en el Castillo….

…ataque que se hizo por la subida mas complicada con una inclinación de respeto!

De fondo el Valle del Huerva….

En primer plano lo poco que queda de la Ermita, erguida en las fundaciones del antiguo castillo. Al fondo Zaragoza con el Barrio de Valdespartera em primer plano!

Como aun faltaba un poco para el sol pasar al otro hemisferio, yo y Artax nos aventuramos por las mil e una sendas que hay alrededor de la Ermita!

Las sendas están conectadas entre si, formando un entramado de caminos que nos llevan a los mas variados obstáculos, unos buenos de transponer de subida y otros mejores de bajada. Enfin, diversión garantizada!

Eso y la sudadina!

Poco a poco el esqueleto iba pidiendo descanso, la pandemia había impedido de aprovechar la primavera y la condición física ya se resentia de la falta de hábitos endureros….

Terminamos por hacernos una foto en las ruinas de la Ermita a modo de despedida….

Como cuando nos despedimos de una chica que nos hizo pasar muy buenos momentos, no hemos evitado echar una última mirada hacia atrás….

A nuestra espalda una manto denso de nubes amenazaban con descargar su furia…

Fuimos para casa por el camino, por entre conejos y gotas de agua, que poco a poco  mitigaban el calor y la deshidratación!

La mañana siguiente me dolía todo el cuerpo, pero a cada movimiento y cada dolor, una sonrisa tonta se me dibujaba por entre los pelo de la Barba rizada!